El dominio, no domiño
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El artista

"Hace unos años leía en un libro americano de dudosa traducción que los licenciados en Bellas Artes, sólo en Nueva York en un año, eran más que todos los artistas que conocemos del Renacimiento italiano. En una conversación, hace unos días, un joven crítico me comentaba lo difícil que era elegir entre la gran cantidad de artistas que hay hoy en día, "si en la época de Greenberg había 600 artistas en Nueva York, hoy se puede hablar de un millón".


La abundancia de artistas debería ser una satisfacción, significaría un auge desmesurado de obras de arte (la enorme oferta haría incluso que los precios bajasen...), de grandes colecciones, de excelentes exposiciones... Sin embargo, sorprendentemente, esto no es así. Curiosamente, a mayor cantidad menor calidad.
Esta superabundancia en la que nos ahogamos deja tras de sí una debilidad de propuestas patética: copia sistemática, frivolidad de planteamientos, efectismo teatral, y ansiedad desmedida por triunfar, no tanto por hacer una gran obra. Una vez más habrá que plantearse quién es un artista y quién un artesano, incluso quién un diletante.

"Si el arte se define no por el objeto artístico, el producto final de todo el proceso creativo, sino por las ideas que lo generan, entonces ya no hay límites: todo puede ser arte y por lo tanto, nada sería arte."


Leonel Moura planteaba hace tiempo que la idea de artista tiene que cambiar, que no basta con hacer un objeto dentro de unos determinados esquemas teóricos o formales, sino que artista debería ser aquel que aportara algo nuevo, diferente, personal a lo ya creado, a lo ya dicho. Si aplicamos este planteamiento, el número de "artistas" censados baja de una manera impresionante pero, ¿quién se lo dice al artista?



No es fácil saber qué es lo que no es arte, sobre todo en un momento en que una vaca cortada por la mitad, el vapor de los fluidos corporales, o una señora gritando "This is so contemporary" se consideran algunas de las demostraciones plásticas más destacadas del momento. Si el arte se define no por el objeto artístico, el producto final de todo el proceso creativo, sino por las ideas que lo generan, entonces ya no hay límites: todo puede ser arte y por lo tanto, nada sería arte. Igualmente, si hay tantos artistas como ciudadanos, la idea de artista se devaluaría aún más. Estamos llenos de dudas, y tal vez esa sensación de falta absoluta de certezas sea un buen punto de partida para reconducir una situación que se nos escapa de las manos. A todos, aquí y en Nueva York".

por Rosa Olivares
Exit Express, Información y debate sobre arte actual nº 31, Noviembre 2007

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Maggie??...